No dormir engorda, aumenta tus niveles de estrés y por tanto te expone a contraer más enfermedades. Uno de los factores que pueden ayudarte a conciliar el suelo es la temperatura de la habitación donde duermes.
Ya sabes de sobra que cuando hace mucho calor no se puede dormir. Por encima de 26 grados el mecanismo de refrigeración de tu cuerpo se pone en marcha e interfiere con el sueño. Aunque lo mismo ocurre si hace demasiado frío. Por debajo de 12 grados tu cuerpo tiene que aumentar la actividad para calentarse y te despiertas en medio de la noche.
¿Cuál es la temperatura adecuada para dormir a pierna suelta?
La respuesta hay que buscarla en las variaciones de la temperatura de nuestro cuerpo. A mediodía alcanza el máximo. A medida que avanza la tarde nuestra temperatura desciende, desencadenando el sueño. La temperatura mínima está sobre las 5 de la madrugada, antes de despertarnos. En general, bajar la temperatura del cuerpo ayuda a dormir.
La temperatura correcta varía de una persona a otra, es diferente en hombres y mujeres, y es uno de los principales problemas que hay que negociar cuando se vive en pareja. La temperatura ideal de la habitación debe ser entre los 18 y los 22 grados centígrados . Más calor o más frío y alguien tendrá problemas para dormir.
Regula la temperatura con la ropa de cama. Si es necesario utiliza edredones individuales. Los pies fríos pueden impedir que duermas bien. Si ese es el problema, ponte calcetines. También puedes usar mantas eléctricas, botellas de agua caliente o al revés, paquetes de gel frío.