Practicar ejercicio es saludable y ayuda a dormir mejor, a no ser que lo hagas 2 horas previas antes de acostarte. Entonces sucede lo contrario: la calidad del sueño se deteriora y por lo tanto dormimos peor.
Entre las rutinas que seguimos regularmente, es recomendable incluir un tiempo de ejercicio. Esto ayuda a tener más energía, y en un estado relajado afrontar positivamente los días, además si padecemos insomnio, un poco de deporte nos servirá para conciliar el sueño.
El estrés, el ritmo de vida, el trabajo y el sedentarismo son algunos factores que influyen a la hora de dormir. Y aunque hacer deporte es una gran opción para ayudar a calmar y relajar la mente, influye demasiado el tiempo que ocurre entre la realización de este y el momento de irse a la cama.
Durante el ejercicio nuestro cuerpo segrega endorfinas, lo que provoca el aceleramiento del organismo y su actividad nerviosa. Por ello, se debe tener en cuenta que el cuerpo necesita un periodo de reposo para bajar esa alteración provocada por el ejercicio.
El cronotipo
Algunas personas funcionan mejor de día, es decir se denominan diurnas, mientras que otras son nocturnas.
De acuerdo a la Universidad de Granada, el cronotipo “es la predisposición natural que cada persona tiene de experimentar picos de energía o momentos de descanso según la hora del día y es distinto para cada persona.”
Teniendo en cuenta lo anterior, si eres una persona diurna, entonces te beneficiarás sin duda del ejercicio intenso por la mañana. En las tardes podrás practicar alguna actividad relajante como el yoga o la meditación.
Si eres una persona nocturna, podrás hacer ejercicio intenso siempre y cuando no pasen menos de 2 horas antes de dormir. Toma en cuenta que tu cuerpo necesitará recuperarse, por lo que una ducha después de realizar tu rutina de ejercicio y te ayudará a desconectar.
Si el deporte es intenso y se hace bien, ayuda a dormir más y conciliar el sueño antes, este beneficio es especialmente significativo si la persona es sedentaria.
Se ha comprobado también que el ciclismo es uno de los mejores deportes para practicar en las tardes-noches ya que provoca un efecto general de bienestar en nuestro cuerpo.
Si en tu caso, acudes a un gimnasio, solamente vigila bien los pesos del ejercicio nocturno, para evitar un enfriamiento inadecuado de los músculos de la espalda, que en caso de aparecer, lo notarás la mañana siguiente. Procura incluir en tu maleta una sudadera o chamarra que puedas usar mientras llegas a casa.
Finalmente, no sobrecargues tu estómago con una cena demasiado pesada, ya que la digestión puede ser un factor en contra al momento de conciliar el sueño.