Son colchones cuyo material de fabricación (Memory Foam) es una espuma viscoelástica, elaborada de poliuretano y químicos. Este material reacciona a la temperatura y al peso. Por ello cuando nos recostamos, el calor y la presión de nuestro peso, hacen que la espuma se vuelva suave y maleable, adaptándose así a las curvas del cuerpo.
Una vez que el material se enfría y si se deja de presionar, vuelve a su forma original, por ello el término colchones con memoria.
Originalmente, esta tecnología fue conocida como Temper Foam, desarrollada en los años 1960’s por la NASA, se utilizaba para evitar problemas físicos derivados de los viajes espaciales en los tripulantes. El material se colocaba en los asientos para reducir los efectos de las fuerzas G.
Con el tiempo, el material evolucionó y se adaptó a la industria del descanso, así que fue incorporado en productos como colchones, colchonetas o almohadas. Al inicio, estos productos fueron utilizados en hospitales, centros médicos y clínicas de rehabilitación.
Se volvió increíblemente popular su uso. Hoy en día, los colchones Memory Foam o viscoelásticos tienden a tener puntuaciones de satisfacción arriba del 80% (El único tipo de colchón que se le acerca en consistencia es el de látex). En otras palabras, cada 4 de 5 personas están contentas con los colchones de este tipo.
Beneficios
Un colchón de espuma viscoelástica reduce los puntos de presión que el cuerpo produce al acostarse, al distribuir suavemente el peso, dejando que la circulación sanguínea fluya mejor. Es muy poco probable que amanezcas con alguna extremidad dormida.
Por naturaleza, los materiales de las espumas son anti ácaros y anti microbios, esta es una ventaja para aquellas personas que padecen de alergias.
No hay transferencia de movimiento, por lo que dormir bien con la pareja está garantizado. En un colchón de este tipo, si una persona se mueve o sale de la cama el movimiento no perturba al otro.
¿En qué casos se recomiendan estos colchones?
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Experimentas dolor de espalda y / o dolor en las articulaciones.
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Tienes problemas con puntos de presión.
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Das muchas vueltas por la noche.
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Tienes un colchón que pierde confort rápidamente.
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Los movimientos de tu pareja te despiertan por la noche.