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Beneficios del cacao para la despensa familiar

Beneficios del cacao para la despensa familiar

Don Colchón |

El chocolate, uno de los alimentos más extensamente estudiados a lo largo de la historia, cuenta con un sólido respaldo de fuentes tanto académicas como científicas que corroboran sus numerosos beneficios para nuestra alimentación diaria. Su inclusión regular, dentro de una dieta equilibrada, se presenta como una opción inteligente y placentera para un snack saludable, capaz de aportar más que simple satisfacción al paladar.

La riqueza del cacao reside en su alta concentración flavonoides, compuestos químicos que exhiben una potente acción antioxidante. Estos juegan un papel crucial en la promoción de la salud cardiovascular a través de mecanismos como la reducción del colesterol LDL, comúnmente conocido como "colesterol malo", y el fomento de la vasodilatación. Este último proceso facilita una circulación sanguínea más eficiente y fluida.

Más allá de sus efectos cardiovasculares, investigaciones recientes han profundizado en el impacto del consumo de cacao en la función cerebral. Estudios demuestran que la ingesta continua de cacao puede incrementar significativamente el flujo sanguíneo cerebral y estimular la neuroplasticidad, un proceso fundamental para la adaptación y el aprendizaje del cerebro. Estas mejoras se traducen en un rendimiento cognitivo optimizado tanto en jóvenes como en adultos. Evidencia de ensayos clínicos revela que la incorporación habitual de cacao en la dieta se asocia con resultados superiores en pruebas de memoria y atención.

El cacao también tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo. Sus componentes (como la teobromina y otros alcaloides) estimulan la liberación de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con la sensación de bienestar. Revisiones científicas concluyen que los productos ricos en flavanoles de cacao (como el chocolate oscuro) se han vinculado a mejoras en el estado de ánimo y efectos similares a antidepresivos cuando se consumen con moderación. En la práctica, tomar una pequeña porción diaria de chocolate amargo o cacao puro puede ayudar a aliviar el estrés y mejorar el ánimo de toda la familia.

Para maximizar estos beneficios es preferible elegir chocolate negro con alto porcentaje de cacao (más del 70%), que aporta más antioxidantes y menos azúcar añadido. El cacao en polvo sin azúcar puede incorporarse a batidos, yogures o avena, brindando sabor y nutrientes sin exceso calórico. Asimismo, consumir trocitos de chocolate amargo (20–30 g) como tentempié diario provee flavanoles sin exceder la ingesta de calorías o azúcar.

Beneficios de la vitamina D

El secado al sol de los granos de cacao, que ocurre después de la fermentación, convierte el ergosterol en vitamina D y D2. Se ha comprobado que los chocolates altos en cacao (más del 50%) aportan una muy buena dosis de esta sustancia.

La vitamina D es crucial para la salud ósea. Promueve la absorción intestinal de calcio y fósforo, permitiendo la correcta mineralización del hueso. La deficiencia prolongada de vitamina D causa en los niños raquitismo (huesos blandos y frágiles) y en adolescentes/adultos osteomalacia (dolor óseo y muscular). Por el contrario, niveles adecuados de vitamina D previenen la osteoporosis en la vejez al mantener la densidad ósea. La radiación solar (unos 10–30 minutos diarios de exposición moderada) es la principal fuente natural de vitamina D; se obtiene también de pescados grasos (salmón, atún), huevos, lácteos o cereales fortificados.

Además, la vitamina D fortalece el sistema inmunológico. Actúa modulando la respuesta inmune innata y adaptativa, y su deficiencia se asocia con mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades autoinmunes. Estudios clínicos recientes destacan sus efectos antiinflamatorios: la vitamina D reduce la producción de citoquinas proinflamatorias (como IL-2 e interferón γ), lo que puede disminuir la gravedad de infecciones respiratorias. En términos prácticos, mantener niveles adecuados de vitamina D ayuda a combatir virus y bacterias y favorece una respuesta inmunitaria equilibrada.

Por último, la vitamina D mejora el estado de ánimo y la función cerebral. La suplementación en personas con depresión ha mostrado reducir síntomas depresivos y aumentar la eficacia de tratamientos antidepresivos. En resumen, dosis óptimas de vitamina D (alcanzadas con sol, dieta o suplementos) contribuyen a un mejor bienestar mental, además de los efectos sobre huesos e inmunidad.

Recomendaciones prácticas

  • Incorporar cacao en la dieta: Elegir chocolate negro (mínimo 70% cacao) o cacao puro bajo en azúcar. Por ejemplo, una porción diaria (20–30 g) de chocolate amargo o una cucharada de cacao puro en un batido aporta flavanoles beneficiosos. Se pueden usar nibs de cacao en cereales o yogur, o preparar bebidas calientes de cacao sin endulzar en exceso. Evitar chocolates con rellenos, caramelo o exceso de azúcar. Algunos expertos sugieren que unos 400–600 mg de flavanoles diarios maximizan beneficios cardiovasculares, lo que equivale a una porción moderada de chocolate negro de alta pureza.

  • Obtención de vitamina D: Exponer brazos y rostro al sol directo 15–30 minutos al día (según tipo de piel y hora solar) es la forma más natural de obtener vitamina D. Complementariamente, incluir en la dieta fuentes alimentarias ricas en vitamina D: pescados grasos (salmón, atún, caballa), aceite de hígado de bacalao, huevos enteros y lácteos o bebidas vegetales fortificadas. Para quienes no pueden tomar sol suficiente (adultos mayores, personas de piel oscura, clima nublado), se recomienda considerar suplementos de vitamina D según indicación médica.

  • Dosis recomendadas: Según la edad, las ingestas diarias sugeridas son aproximadamente 400 UI en lactantes, 600 UI en niños, adultos y embarazadas, y hasta 800 UI en mayores de 70 años. Estas cantidades mantienen niveles séricos de vitamina D adecuados para la salud ósea y general. Se debe consultar al médico para ajuste de dosis en caso de diagnóstico de deficiencia.

Precauciones a considerar

  • Cacao y chocolate: Aunque saludable en moderación, el cacao contiene pequeñas cantidades de cafeína y teobromina; en individuos muy sensibles (niños pequeños, personas con arritmias) conviene limitar su consumo. Además, varios estudios han detectado trazas de metales pesados (plomo y cadmio) en chocolates oscuros. Se ha informado que alrededor del 43% de las muestras estudiadas exceden los límites de seguridad para plomo. Sin embargo, los expertos coinciden en que una porción diaria moderada (30 g) de chocolate no conlleva un riesgo significativo. Para minimizar riesgos, se recomienda alternar chocolate con otras fuentes de cacao y no abusar del consumo. También es clave controlar el contenido de azúcar y calorías, ya que excederse puede contribuir a caries, obesidad o diabetes.

  • Vitamina D: El principal peligro es la sobredosificación. Niveles séricos de 25(OH)D superiores a 50 ng/mL (125 nmol/L) se consideran demasiado altos y pueden provocar toxicidad (hipercalcemia), con síntomas como náuseas, debilidad muscular y daño renal. Por ello, no se deben exceder los límites tolerables recomendados (usualmente 1000–4000 UI diarias según edad) salvo prescripción médica. Ciertas condiciones médicas (enfermedad renal avanzada, sarcoidosis, hiperparatiroidismo) aumentan la sensibilidad a la vitamina D y requieren supervisión. En niños amamantados, es esencial administrar la dosis diaria mínima (400 UI) para prevenir deficiencias, pues la leche materna sola no basta. En resumen, la vitamina D debe obtenerse con prudencia: sol moderado, alimentación balanceada (bienvenidas las barras de chocolate) y, si se suplementa, siempre bajo control profesional.

Fuentes: Estudios y revisiones recientes sobre cacao y vitamina D

pmc.ncbi.nlm.nih.gov

doaj.orgmdpi.com

ods.od.nih.gov

medicalnewstoday.com

 

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