El látex es una sustancia muy utilizada en nuestro entorno, se calcula que más de 40 mil productos de uso cotidiano lo contienen, entre estos encontramos guantes, globos, preservativos, suelas de zapatos, vendajes, juguetes, pintura y por supuesto, colchones.
El látex es el líquido blanquecino que circula por los vasos del árbol del caucho y se obtiene "sangrando" el árbol mediante incisiones. Esta savia lechosa se utiliza para crear la espuma que tienen algunos colchones, los cuales suelen ser muy cómodos y altamente recomendados.
Desafortunadamente, algunas personas son alérgicas al látex, lo que dificulta que puedan utilizar productos fabricados con este material.
Al igual que sucede con otras alergias, los síntomas que se presentan pueden ser muy variados, fluctuando de leves a moderados o en casos menos frecuentes síntomas graves. Por lo general son comunes los malestares como picor, lagrimeo o enrojecimiento ocular, irritación nasal, tos seca.
La gravedad de la reacción depende del grado de sensibilidad de la persona y de la cantidad de alérgeno de látex que ingrese en su cuerpo, sin embargo hay que acudir siempre a un profesional de la salud, para que el diagnóstico sea certero.
Esta alergia se produce por una respuesta del sistema inmune a las proteínas que se encuentran en el látex de caucho natural. La mayoría de las personas se enteran de que son alérgicas a este material cuando utilizan artículos fabricados con goma, como bandas elásticas, guantes de látex, globos o preservativos.
¿Qué sucede con la alergia al dormir en un colchón que tenga látex?
Rara vez se sabe de personas que presenten reacciones negativas a estos colchones, ya que los procesos actuales de fabricación pasan por un número importante de criterios de calidad. Se estima que solo entre el 1% y 3% de la población general podría sentirse incómoda en un colchón de látex, esto debido al lavado de los materiales, así como a la casi total eliminación de las proteínas causantes de la alergía.
Actualmente también se utilizan materiales sintéticos, en los que las espumas se fabrican de estireno y otros químicos, formando un látex artificial. Esto reduce aún más las posibilidades de reacciones adversas al dormir en un colchón con estas características.
Además debemos mencionar, que un colchón que realmente sea de calidad, tendrá algún tipo de tratamiento hipoalergénico y seguramente garantizará una ventilación adecuada, para que el aire circule continuamente.
Otro factor a favor de este tipo de colchones es sin duda su durabilidad y su resistencia, lo que los vuelve en una excelente opción de compra.
Finalmente, lo más recomendable para cualquier persona que dude acerca de su alergia al látex, es consultar a un médico y realizar una prueba.