Un sistema o equipo de descanso es básicamente una cama. Se conforma de colchón, base o sommier, almohada y ropa de cama.
Un poco de historia
Las primeras camas no tenían tantos elementos, ya que eran poco más que montones de paja o algún otro material natural (hojas de palmera o pieles de animales). Conforme se desarrolló la civilización, también lo hicieron los muebles destinados al descanso: la cultura persa introdujo un cambio importante, al elevar la cama del suelo, para evitar las corrientes de aire, la suciedad y las plagas de insectos.
Más tarde, los griegos agregaron una cabecera elevada sobre el armazón de la cama, que estaba formada por cuatro palos ensamblados, los cuales eran los montajes que sostenían el mueble, luego atravesaban tiras de cuero para el soporte (como si fuera un sommier).
Los romanos tenían sistemas de descanso similares, pero conforme el imperio creció y se fue enriqueciendo con las conquistas, las bases se fueron haciendo de maderas finas, como el ébano o el cedro. Luego se implementaron materiales como el bronce, variando también la hechura de los colchones, que evolucionaron del saco de paja a rellenarse con lana y, si el propietario era rico, se ponían en su interior finas plumas y utilizaban cobertores de lino.
En la antigüedad los romanos diferenciaban tres tipos de camas: para dormir, para comer y para velar a los difuntos. Era común que los emperadores se recostar para comer, sobre camas macizas hechas de plata, en las que se disponía un colchón relleno de plumas que se cambiaban varias veces durante el día para mantener la comodidad del mueble.
Fue hasta después del siglo XVIII que las sociedades europeas, le dieron gran importancia al concepto del dormitorio, una habitación únicamente para dormir y guardar cosas personales, en las casas victorianas más grandes, era común tener accesible desde el dormitorio un tocador para la dama y un vestidor para el caballero.
Desde la Revolución Industrial, las camas pudieron fabricarse con los materiales más diversos y aparecieron las camas plegables, los sofás camas, las literas, etcétera.
El mueble más importante de la casa.
De todos los muebles la cama es el más importante, ya que en ella se lleva a cabo la función básica para el descanso, dormir. A la hora de adquirir un sistema de descanso deben combinarse equilibradamente los elementos que lo forman, pensando siempre que se adapten al físico y necesidades de descanso de la persona que lo utilizará.
La base
Base de cama de madera: quizá uno de los materiales más populares de la historia, brinda un aspecto clásico con una composición robusta y duradera.
Base de cama de metal: ofrecen un estilo más moderno que las de madera. Este material es sinónimo de durabilidad y resistencia, por lo que esta base soportará el paso del tiempo.
Box spring: se trata de una base tapizada. Una de las principales características de este producto es que ofrece un soporte óptimo y la superficie de tela evita que los colchones se deslicen.
Sommier o base de cama eléctrica: Gracias a su sistema se hace más cómodo poder ver la televisión e incluso trabajar desde la comodidad de tu cama. Algunas cuentan con control remoto, diseño ortopédico, sistema de masaje, entre otras cosas. Se debe tomar en cuenta que no sirve cualquier colchón, debe ser uno especialmente diseñado para este tipo de camas.
El colchón
Debe ofrecer el soporte adecuado para las partes del cuerpo y permitir una relajación óptima para el descanso. Según los materiales de fabricación existen diversos tipos, siendo los más comunes: de resortes, de látex, de espuma viscoelástica.
Cada uno de estos a su vez puede subdividirse de acuerdo a diferentes características de los materiales.
Almohadas
En cuanto a la almohada, se debe elegir pensando en que sostenga la cabeza, para conservar la correcta posición de la espalda. Existen de muy diversos materiales y el grado de firmeza también varía considerablemente de unas a otras. Pueden ser de látex, de plumas o de fibras de poliéster.
Ropa de cama
Este es un factor de gran importancia a la hora de dormir, ya que tiene relevancia en el confort del usuario, puesto que aporta comodidad, transpiración y permite una temperatura adecuada durante el sueño.
La ropa de cama está formada por el cubre colchón, las sábanas, las fundas para las almohadas, las cobijas y los edredones. Se recomienda que las sábanas sean de fibras naturales o mezcla de fibras sintéticas y naturales, para que puedan transpirar. Deben ser del tamaño suficiente para permitir moverse durante el sueño sin causar incomodidad.
Procura que tu sistema de descanso sea cómodo: no hay como llegar a casa y entrar a nuestra habitación para descansar a pierna suelta.